La ansiedad se hace insostenible cuando se está tan cerca al resultado, y sobretodo si lo que hacia falta, dependía de la burocracia. Aunque desde hace más de 10 años tengo la licencia de conducción colombiana, Alemania exige un examen teórico y práctico, así que tan pronto comenzó el proyecto empece a estudiar las 800 preguntas que podían entrar a la prueba, una vez superado, seguía el examen práctico, que se dio a la vez que Platónika presentaría al TÜV (la approbación técnico-mecánica en Alemania). Tanto ella, como yo aprobamos con creces el papeleo.
Ella por su parte registró el reemplazo de su viejo y oxidado chasis de px (fotos) junto con los upgrades de su performance. Pero aún faltaba la placa…
pues un día antes de mi prueba la vespa lucía así:
por lo que mis esperanzas de manejarla de inmediato, se desvanecieron.
Sin embargo Alex y el equipo de trabajo decidió sorprenderme, haciendo el trámite y alistando los últimos detalles por su cuenta, recogiéndome cuando supere la prueba práctica.
Armar Platónika tomó casi un año, temas como grabar cada paso a paso de la construcción, la pandemia, entre otras, dilataron el proyecto, pero llegó el tan esperado día.
Lo cierto es que esta historia no termina acá, lo siguiente será conocer la escena vespista europea en su compañía y poner a prueba todos los productos TOP que le fueron puestos. Todo tipo de pruebas y aventuras serán registradas y te lo contare de primera mano, acá.
Esperemos que estos tiempos extraños de distanciamiento social terminen y podamos recuperar los abrazos perdidos, las rutas compartidas y el contacto con la carretera, que es de lo que se nutre esta pasión.
¡Nos vemos en la ruta!
Maryzabel & Platónika